Reconozco que tengo debilidad por las recetas americanas. Me parecen tan prácticos, a la vez que golosos! No hay nada que no sean capaces de mezclar y hornear para triunfar, y el cobbler es un buen ejemplo.
Ingredientes:
4 peras
75 gr. de panela ( o azúcar moreno)
30 gr. de mantequilla
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de extracto de vainilla
zumo de medio limón
Para la masa:
150 gr. de harina
1 sobre de levadura
50 gr. de panela ( o azúcar moreno)
1 pizca de sal
60 gr. de mantequilla fría cortada en dados
1 yogur natural
Elaboración:
Os recomiendo que hagáis todo el proceso en una sartén o en una olla baja, que pueda ir al horno. Si no tenéis ninguna, necesitareis una sartén y un molde para el horno.
Pelamos las peras y las cortamos en cuatro trozos, retirando las semillas. Las reservamos con un poquito de zumo de limón por encima.
En la olla ponemos la panela, la mantequilla, la canela, la vainilla y el zumo de medio limón, lo calentamos todo y cuando empiece a caramelizarse ponemos las peras, y las cocinamos 10 minutos por cada lado. Se van a ir caramelizando y a coger un colorcito y un olor increíbles, cuando estén listas, las retiramos del fuego y reservamos.
En un bol mezclamos la harina tamizada, con la panela, la levadura y la sal. Cuando esté todo mezclado, añadimos la mantequilla en cubitos, y con unas varillas lo vamos mezclando a mano con cuidado, hasta obtener una arena. Es como si hiciéramos una masa quebrada.
Una vez obtenida la arena le añadimos el yogur natural y lo revolvemos con una espátula. Nos va a quedar una mezcla súper pegajosa.
Cogemos la olla con la peras caramelizadas y con la ayuda de la espátula vamos poniendo pegotes, sí, literal, pegotes de masa. Repartimos la masa de manera que quede más o menos por todas las zonas un poco. Esta masa va a crecer en el horno, no hay que estirarla, simplemente colocarla. No necesitamos una capa fina de masa por encima de las peras ni nada de eso, limitaros a poner pegotes por aquí y por allá, entre ellas, de la manera más uniforme posible.
Ahora vamos a meterlo al horno, que tendremos previamente precalentado a 180º, con calor arriba y abajo. Verás como poco a poco la masa comienza a subir, y los pegotes se han convertido en una tarta casera, de apariencia súper apetecible. En media hora estará listo. Reconozco que soy muy fan de este tipo de tartas de apariencia rústica y campestre, pero de sabor increíble!! Que queréis que os diga, si es que en el fondo soy una chica de gustos sencillos! Os mando un beso gigante, y un abrazo que os dure hasta la próxima semana.
Amo éste tipo de postres a base de fruta. Son super prácticos y deliciosos.
Y ahora que viene la temporada de frutas ricas del verano… Queda increíble con peladillos o melocotones.
Gracias Tere.
Siiii, con melocotones me apetece mucho probarlo!!! Un beso y gracias por pasarte
Se lee buena pinta, la haré, gracias teresa, saludos Yulicel. Valencia Sedavi
Muchas gracias!! si al final te animas a hacerlo, me cuentas! Un besazo