Tarta morenita de Santiago

Estando en las fiestas de la Ascensión y siendo yo de Santiago era imposible que no os trajera una versión de nuestra famosa tarta. Esta versión es más morenita y saludable al sustituir el azúcar por panela, pero no temáis que está igualmente muy rica.

Ingredientes:

150 gr. de panela

150 gr. de harina de almendra (almendra en polvo)

3 huevos

la ralladura de medio limón

1 cucharadita de canela

Elaboración:

Montamos con varillas los huevos y la panela, mejor con batidora de brazo, hasta obtener una pasta fina y cremosa.

Mezclamos en un bol la harina de almendra, la canela y la ralladura de medio limón. Es importante cuando rallemos la piel del limón que lo hagamos con suavidad, para llevar nos solamente la parte de arriba, donde están los aromas y aceites, y no llevarnos nada de la parte blanca, porque nos va a dar sabor amargo.

Cuando estén los huevos y el azúcar listos, le quitamos la varilla y en el mismo bol añadimos la mezcla de la harina de almendra, mezclando bien a mano con una espátula.

Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo y ventilador.

Vamos a enharinar el molde de horno, primero lo untamos bien por dentro con mantequilla, y después espolvoreamos harina por todo, retirando el exceso.

Vertemos la mezcla en el molde, a mi me gusta hacerla bajita, como de 1,5 cm. porque esta tarta si se hace muy alta resulta pesada, y vais a ir a buscar una bola de helado al congelador 😉 Sin embargo de esta altura queda perfecta para tomar así sola.

La metemos en el horno unos 15 ó 17 minutos. Tiene que despegarse por los lados del molde, y la parte de arriba tendrá un color acaramelado precioso, y una ligera costra.

La dejamos enfriar unos minutos, y ya podemos cortar en cuadraditos  y desmoldar, se puede tomar templada o fría, como más os guste.

Para darle el último toque una fina capa de azúcar glass, que vamos a espolvorear a través de un colador metálico para que quede bien finita. Si no tenéis podéis usar un filtro metálico para hacer infusiones, que también funcionan bien para esto.

Espero que la disfrutéis mucho! Hasta la semana que viene!!

Tarta Víctor

Un cumpleaños siempre es una buena excusa para saltarse la dieta, y como mi amigo Víctor ha celebrado solito su cumple en Madrid, le dedico esta tarta, que es dulce, pero nada empalagosa, y con un toque gamberro, más o menos como él. Happy birthday Mr. Madrid.

Ingredientes:

Para la mermelada:

1 kg de kumquats

500 gr de azúcar blanquilla

1 vasito de vermut

Para la ganache de chocolate negro:

200 gr. de nata para montar

200 gr. de chocolate 75%

Para la crema pastelera:

285 gr. de leche (1)

75 gr. de azúcar

95 gr. de leche (2)

70 gr. de yema (4 yemas)

30 gr. de almidón de maíz

canela en rama

piel de kumquat

Para la cobertura:

100 gr. de chocolate 75%

100 gr. de nata para montar

50 gr. de azúcar blanquilla

100 gr. de dulce de leche

2 paquetes de bizcochos de soletilla

Elaboración:

Cocemos en una olla los kumquats cortados en mitades, con el azúcar. Primero a fuego bajo, y cuando suelten el agua a fuego medio/alto. Lo dejamos cocer bien hasta que se forme una confitura, removiendo de vez en cuando. Una vez cocido le añadimos el vermut, y lo dejamos unos minutos más al fuego. Reservamos.

Para la crema primero calentamos la leche 1 con el azúcar, la vainilla y la piel de kumquat. Lo llevamos a ebullición y lo dejamos infusionar diez minutos.

En un bol mezclamos las yemas con el almidón de maíz. A continuación añadir la leche 2.

Colar la leche que estaba infusionando, y añadir la mezcla de las yemas.  Cocer hasta que espese, revolviendo con unas varillas. Cuando espese la pasamos a una bandeja y le ponemos papel film por encima, totalmente pegado a la crema ( a piel) para que no se forme costra. Lo dejamos enfriar.

Hervimos la nata y la vertemos en un bol, en el que previamente hayamos troceado el chocolate. Lo dejamos un par de minutos, y revolvemos con varilla hasta obtener una ganache brillante.

Por último para la cobertura, hervimos la nata con el azúcar hasta disolución, lo añadimos al bol donde tengamos el chocolate troceado, y lo integramos igual que con la ganache, una vez integrado añadimos el dulce de leche, hasta obtener una crema de chocolate brillante y suave.

Para montar la tarta vamos mojando los bizcochos en leche y los ponemos uno al lado de otro formando una capa, encima alternaremos nuestras otras elaboraciones en el siguiente orden: bizcocho-mermelada-bizcocho-ganache-bizcocho-crema pastelera-bizcocho-cobertura.

Cuando lo tengamos todo listo la dejamos reposando en la nevera un par de horas, y listo! Feliz cumpleaños!!!!

Bizcochoide de ciruelas

Estoy a dieta, porque el confinamiento me ha regalado unos kilos de más, así que me toca inventarme recetas más saludables, y que encajen en mi nuevo estilo de alimentación. Y a vosotros os toca también por extensión!!!

Ingredientes:

100 gr. de harina de espelta

100 gr. de harina de avena

½ sobre de levadura

1 cucharada sopera de cacao en polvo negro (yo he puesto ColaCao Noir)

150 gr. de leche de coco

100 gr. de leche de avena

3 huevos

4 ciruelas

2 cucharadas soperas de xilitol

Elaboración:

Comenzamos mezclando todos los elementos secos por un lado, para que se integren bien.

Por otra parte batimos los huevos, y los mezclamos con la leche de coco y la de avena. Cuando estén mezclados lo añadimos a los ingredientes secos y revolvemos hasta que estén bien integrados.

Cogemos 3 de las ciruelas y las pasamos con su piel por la túrmix, obtendremos un puré que vamos a añadir a nuestra mezcla de masa.

Lo integramos todo bien y lo pasamos a un molde no muy alto, porque este bizcocho no va a subir casi.

Cortamos la ciruela que nos queda a la mitad, y después cada mitad en cinco o seis partes, y las hundimos en la masa.

Metemos el molde en el horno, precalentado a 180º, y lo dejamos unos 40 ó 45 minutos. Comprobaremos pinchando con un palillo en varios puntos que está hecho.

Lo dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldarlo.

Este bizcochiode queda crujiente por arriba, pero húmedo y jugoso por dentro,. Además lleva grasas saludables, cereales y frutas, así que es un desayuno súper completo, acompañado de nuestro café o infusión.

No he querido hacerlo muy dulce porque estoy a dieta, pero si lo preferís más dulzón, podéis cambiar el xilitol por miel a vuestro gusto, por panela, o incluso si sois de esos afortunados que han adelgazado en la cuarentena , por azúcar. El secreto es probar un poco de masa cuando esté hecha, antes de meterla en el molde, si os pide un poco más de dulzor, adelante.

Espero que os guste esta propuesta, que aunque no es tan golosa como las que os suelo traer, es una buen opción para ir preparando la operación biquini. Hasta la próxima semana!

Palmeritas Generación Z

Queridos teenagers, este es el momento de que entréis en la cocina, y preparéis una sorpresa, para celebrar el día de la madre. Os lo pongo muy sencillo para que os animéis.

Ingredientes:

1 lámina de hojaldre con mantequilla (comprada, no os asustéis)

azúcar blanquilla (o sea, del normal)

para decorar:

1 tableta de chocolate

50 gr. de azúcar

50 gr. de agua

4 ó 5 kumquats

  1. extender la lámina de hojaldre sobre el papel en el que viene enrollada
  2. esparcir azúcar por toda la lámina
  3. doblar por los dos extremos hasta la mitad y pasar el rodillo por encima (si no encontráis el rodillo, vale una botella)
  4. volver a esparcir azúcar por encima
  5. hacer dos nuevas dobleces hacia dentro, y pasar el rodillo nuevamente
  6. azúcar por tercera vez
  7. doblarlo sobre si mismo, os va a quedar como un churro, le ponéis azúcar por cuarta vez, ahora por los dos lados del churro
  8. lo envolvéis en el propio papel y presionamos así el azúcar contra la masa
  9. cortamos el churrito en trozos de 1 cm más o menos
  10. Ponemos un papel sobre la bandeja del horno, y vamos poniendo nuestra palmeritas dejando separación entre ellas.

Las hacemos en el horno precalentado a 200º unos 20 minutos. Vigilad a partir de los 15’, por si vuestro horno es muy potente.

Habéis hecho unas palmeritas muy ricas, pero ahora vamos a decorarlas, y esto ya es para nota.

Hacemos un almíbar con la misma cantidad de agua que de azúcar, 50 gr. es suficiente. Lo calentamos a fuego medio, no a fuego alto, para que no se haga caramelo.

Cortamos lo kumquats en rodajas finitas, este árbol se da bien en macetas, así que es una regalo genial para vuestros padres, si les gusta el gin-tonic, porque le quedan genial.

Cuando el almíbar espese un poco, le ponemos dentro las rodajas del kumquat, bien colocaditas, y dejamos que se hagan, hasta que el almíbar sea muy denso. No subáis el fuego que se os puede quemar, se hace a fuego medio.

Cortamos la tableta de chocolate en onzas, y las ponemos dentro de un recipiente de plástico, bien esparcidas. Lo vamos a derretir en el microondas, le damos 30 segundos, lo vigilamos, y le volvemos a dar 30 segundos. En 4 veces de 30 segundos tendríais que tenerlo listo. Lo tocáis con una espátula, o si no tenéis con un tenedor o con una cuchara, y lo removéis, para que termine de derretirse con su propio calor.

Ahora lo único que tenis que hacer es bañar media palmerita, o la palmera entera e chocolate, y ponerle encima las rodajitas del kumquat. Hacerlas diferentes, para que queden variadas. Veréis como triunfan en casa!!

Si después de todo esto todavía os quedan fuerzas, recoged la cocina, y así vuestra madre estará mas feliz todavía, de que le preparéis esta sorpresa.

Un besazo y hasta la próxima semana!!!

Cobbler de pera

Reconozco que tengo debilidad por las recetas americanas. Me parecen tan prácticos, a la vez que golosos! No hay nada que no sean capaces de mezclar y hornear para triunfar, y el cobbler es un buen ejemplo.

Ingredientes:

4 peras

75 gr. de panela ( o azúcar moreno)

30 gr. de mantequilla

1 cucharadita de canela

1 cucharadita de extracto de vainilla

zumo de medio limón

Para la masa:

150 gr. de harina

1 sobre de levadura

50 gr. de panela ( o azúcar moreno)

1 pizca de sal

60 gr. de mantequilla fría cortada en dados

1 yogur natural

Elaboración:

Os recomiendo que hagáis todo el proceso en una sartén o en una olla baja, que pueda ir al horno. Si no tenéis ninguna, necesitareis una sartén y un molde para el horno.

Pelamos las peras y las cortamos en cuatro trozos, retirando las semillas. Las reservamos con un poquito de zumo de limón por encima.

En la olla ponemos la panela, la mantequilla, la canela, la vainilla y el zumo de medio limón, lo calentamos todo y cuando empiece a caramelizarse ponemos las peras, y las cocinamos 10 minutos por cada lado. Se van a ir caramelizando y a coger un colorcito y un olor increíbles, cuando estén listas, las retiramos del fuego y reservamos.

En un bol mezclamos la harina tamizada, con la panela, la levadura y la sal. Cuando esté todo mezclado, añadimos la mantequilla en cubitos, y con unas varillas lo vamos mezclando a mano con cuidado, hasta obtener una arena. Es como si hiciéramos una masa quebrada.

Una vez obtenida la arena le añadimos el yogur natural y lo revolvemos con una espátula. Nos va a quedar una mezcla súper pegajosa. 

Cogemos la olla con la peras caramelizadas y con la ayuda de la espátula vamos poniendo pegotes, sí, literal, pegotes de masa. Repartimos la masa de manera que quede más o menos por todas las zonas un poco. Esta masa va a crecer en el horno, no hay que estirarla, simplemente colocarla. No necesitamos una capa fina de masa por encima de las peras ni nada de eso, limitaros a poner pegotes por aquí y por allá, entre ellas, de la manera más uniforme posible.

Ahora vamos a meterlo al horno, que tendremos previamente precalentado a 180º, con calor arriba y abajo. Verás como poco a poco la masa comienza a subir, y los pegotes se han convertido en una tarta casera, de apariencia súper apetecible. En media hora estará listo. Reconozco que soy muy fan de este tipo de tartas de apariencia rústica y campestre, pero de sabor increíble!! Que queréis que os diga, si es que en el fondo soy una chica de gustos sencillos! Os mando un beso gigante, y un abrazo que os dure hasta la próxima semana.

Mousse de chocolate vegano

La receta de esta mousse os va a encantar, tanto como a sorprender, porque no está hecha con lácteos, sino con aquafaba, el líquido que viene en los botes de los garbanzos. Sí, lo has leído bien, no es que te esté afectando la cuarentena ;-))

Ingredientes:

El líquido que viene dentro de un bote de garbanzos cocidos en conserva

50 gr. de chocolate 72%

4 c.c. (cucharadas de café) de sirope de ágave

Elaboración:

Este postre te va a crear una nueva necesidad, te aviso de antemano. En realidad es una receta genial de aprovechamiento, porque yo usé los garbanzos en la comida, y lo que hice fue escurrirlos al sacarlos del bote, y dejar que todo el agua que traen cayese en un bol. Si tienes un colador en casa, veras que es súper fácil de hacer. Los vacías en el colador sobre el bol, y los remueves un poco para que caiga todo el agua.

Una vez escurridos tendrás un líquido espeso, de color ocre, de todo menos apetecible, pero ten fe, que esto va a cambiar. Este líquido espeso contiene proteínas y almidones procedentes de los garbanzos, además de unos agentes espumantes que se llaman saponinas, y que se encuentran en muchas plantas. Todo esto hace que este líquido se comporte como la clara de huevo.

También puedes usar el líquido de cocer garbanzos en casa, pero en este caso tendrás que dejar el líquido obtenido reduciendo al fuego hasta que espese, antes de poder usarlo. También se podría usar el líquido de las alubias, pero no monta tan bien como el de los garbanzos.

Vamos a montarlo como si fueran claras para un merengue, lo puedes hacer con batidora de mano y varillas, o con una de brazo. Siempre con al accesorio de las varillas, porque lo que queremos es que meta mucho aire al batirlo.

Verás como enseguida deja atrás ese color tan poco apetecible, y empieza a ponerse blanco. Va a ir tomado consistencia hasta obrarse el milagro, y convertirse en un merengue en toda regla. Móntalo bien, hasta que se quede hecho una bola en la varilla. Montado tiene un aspecto increíble, pero el sabor todavía no se lo hemos cambiado, vamos, que tienes delante merengue de garbanzos.

Así que ahora vamos a derretir unas onzas de chocolate, al baño maría o en el micro. Yo lo hago en el micro a intervalos de 30 segundos. Cuando esté listo, le añadimos el sirope y revolvemos.

Puedes usar el tipo de chocolate que quieras, yo suelo tener en casa el 72% para los postres, pero puedes poner el que más te guste, simplemente recuerda que a más porcentaje de cacao, menos dulzor.

Ahora vamos a integrarlo con nuestro “merengue” haciendo movimientos envolventes, para que no se baje. Una vez integrado todo con cuidado, lo pasmos a nuestros recipientes y a la nevera. Aunque recién hecho está muy rico, bien frio está increíble, así que déjalo unas horas en la nevera y a disfrutar!!

Yo lo he decorado con una virutas que hago con el mismo chocolatito, lo puedes hacer súper fácil con un pelador, y se ponen justo antes de servirlo. Anímate a hacerlo y me cuentas, hasta la semana que viene!

Tatín de manzana

Esta tarta tan rica, te hará apreciar la belleza de sus formas rústicas y poco sofisticadas. Si la haces se va a convertir en una de tus favoritas, en cuanto llenes la casa de ese olor tan maravilloso y característico de manzanas caramelizadas, te vas a enamorar.

Para la masa quebrada

150 gr de harina de trigo, mejor si es floja o especial para repostería.

60 gr de mantequilla, bien fría.

2 yemas de huevo

1 1\2 cucharadita de azúcar

1 pizca de sal

1 cucharada de agua

para el relleno

7 manzanas medianas

1 limón

120 gr. de mantequilla

100 gr. de azúcar blanquilla

60 gr. de panela

si no tenéis panela podéis poner 160 gr. de azúcar blanquilla

Elaboración:

Hacemos la masa quebrada.

En un bol, echamos la harina tamizándola a través de un colador. Sacamos la mantequilla de la nevera, cortada en trozos y la mezclamos con la harina con los dedos, sin amasar demasiado, quedando una especie de «migas».

Añadimos el resto de ingredientes: el huevo, la cucharada de agua, el azúcar y la sal. Seguimos mezclando para integrar los ingredientes hasta que se forme una bola más o menos uniforme.

Envolvemos en film y a la nevera durante al menos media hora. Mientras la masa reposa cocinamos las manzanas.

Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las cortamos en mitades. Las frotamos con el limón cortado a la mitad, para que se pongan oscuras.

Hacemos un caramelo poniendo al fuego en una sartén el azúcar y la panela, añadimos un chorrito de limón y un poco de agua. No lo revolvemos mientras se está cocinando. Cuando se forme un caramelo color dorado añadimos la mantequilla y seguimos caramelizando. Cuando tenga un color dorado intenso añadimos las manzanas y las cocinamos en el caramelo a fuego alto, 15 minutos de cada lado.

Si os da miedo hacer el caramelo, por si se os quema, podéis hacerlo al revés, primero ponemos la mantequilla a derretir en la sartén y entonces le añadimos el caramelo. Va a tardar un poco más en caramelizarse, pero también se puede hacer así.

Pasamos las manzanas y el caramelo a nuestro molde, teniendo cuidado de que queden bien colocadas, y con la parte redondeada hacia abajo.

Sacamos la masa de la nevera y la estiramos con un rodillo. Cubrimos la tarta con la masa, y la metemos al horno, previamente precalentado a 180 grados, unos 30 minutos, hasta que la masa esté dorada.

Lo sacamos del horno, y después de un minuto le damos la vuelta. No esperéis mucho más para que no caramelice en el molde del horno.

Y ahora a esperar a que enfríe un poquito mirándola fijamente ;-))

Arroz con leche de avena y coco

Va tocando adaptar las recetas tradicionales a lo que tenemos por casa, para no salir si no es imprescindible. Esta receta de arroz con leche cremoso me ha quedado súper rica. Te animas a probarla?

Ingredientes:

1 L. de leche de avena

100 ml de nata

150 ml de leche de coco

100 gr. de arroz

170 gr. de azúcar

40 gr. de mantequilla

1 rama de canela

Nota: la leche de avena se puede sustituir por leche de vaca, y la leche de coco por mas nata.

Elaboración:

Ponemos en un cazo la leche de avena, con la nata y la leche de coco. Le ponemos la ramita de canela para infusionar, y llevamos a ebullición. Cuando hierva le bajamos el fuego al 2 o al 3 para que se mantenga caliente pero sin hervir.

En otra olla ponemos el arroz a fuego medio/alto, y vamos poniendo cazos de nuestra leche infusionada y removiendo, como si hiciésemos un risotto. Vamos añadiendo la leche poco a poco, según se vaya absorbiendo, y no dejamos de remover el arroz. Esta parte es un poco pesada, pero como ahora tenemos tiempo de sobra, pues nada, a darle vueltas al arroz.

Si tenéis una lengua de goma, es la mejor opción para remover, porque así sabréis si se os está pegando algo en el fondo. Aunque si no paráis de revolver no debería pegarse.

Vamos comprobando el punto del arroz y añadiendo más líquido según necesite. Cuando ya esté todo, le añado el azúcar y sigo removiendo un par de minutos a fuego alto. Con el azúcar ya integrado añado la mantequilla y apago el fuego, pero sigo removiendo sin parar hasta que esté derretida totalmente, e integrada en la crema.

Ahora lo tapo a piel con film, y lo dejo enfriar a temperatura ambiente primero y después en la nevera.

Para adornar si os apetece podéis hacer un poquito de caramelo. Cuando esté listo lo extendéis en un silpat con un tenedor, para hacer formas irregulares. Lo dejamos enfriar y listo!! Decoración comestible lista.

Espero que os guste la receta y que os alegre un poco la mañana! Animaros a hacerla, que os da tiempo a tenerla lista para tomar de postre. Un biquiño y hasta la próxima semana.

Tarta de queso de la Viña

Los que hayáis estado en San Sebastián seguramente habréis probado esta tarta de queso, que se ha hecho famosa en todo el mudo gracias a su cremosidad, a su sabor, y a ese color tostado tan característico.

Ingredientes:

1 kg de queso tipo Philadelphia

7 huevos

400 gr. de azúcar

1 cucharada sopera de harina

200 ml de nata para montar

Elaboración:

Esta tarta es bastante feiña, pero es tan fácil  y tan rica, que se va a convertir en una de tus favoritas.

Precalienta el horno a 220º  con calor arriba y abajo.

Forra un molde desmontable de 22 cm. de diámetro con papel de horno. El truco para forrar el molde de esta tarta consiste en mojar el papel debajo de grifo y escurrirlo bien, y forrar el molde con el papel húmedo, para que se adapte bien.

Batir y mezclar todos los ingredientes juntos, primero los huevos y el azúcar, después el queso, la nata, y por último la cucharada de harina.

Si te apetece puedes sustituir una cantidad de queso de untar, por quesitos. Quedará súper rica y con un sabor a queso más intenso. Haz tus pruebas hasta dar con tu receta personal.

Verter la masa en el molde.

La receta es para un molde de 22 cm, aunque yo esta vez usé tres moldes más pequeños, en vez de uno grande, porque como estamos en modo encierro, es bueno poder alegrarle el día a alguien cercano. La amistad es compartir, pero esta tarta es tan cremosa, que la única manera de compartir es hacer raciones en moldes mas pequeños, porque lo de llevarse un trocito es complicado.

Hornea la tarta 40 minutos. Nos os preocupéis cuando veáis que coge color por arriba, ese tostado es típico de esta tarta, y os va a encantar el sabor, y ese contraste con la cremosidad interior.

A los 40 minutos la sacamos del horno, la tarta va a estar muy temblorosa, se va a mover mucho si la meneáis, no os preocupéis, es así, no está pasando nada malo.

Ahora lo que tenéis es que hacer la parte más difícil, que es dejarla enfriar y no intentar probarla todavía. Cuando se enfríe la metéis en la nevera un par de horitas como mínimo antes de tomarla. 

Esta es la típica tarta que es mejor hacer con antelación, estará increíble al día siguiente. Así que es súper socorrida para liberarnos un poco del trabajo, cuando tengamos invitados en casa, la hacemos la víspera y listo.

Bueno, como la mía ya ha reposado lo suficiente creo que me he ganado un trocito, allá voy!  Os veo la semana que viene!

Tartatortilla de manzana

Amo esta tarta por dos razones, la primera porque es muuuy fácil de hacer, incluso para desmemoriadas como yo, y la segunda porque está súper buena, o como dice mi sobrino Alejandro “demasiado para ser verdad”. Ahí lo dejo.

Ingredientes:

Mezcla 1

1 ½ vaso de harina

2 vasos de azúcar

15 gr. de levadura (si usáis Royal es 1 sobrecito)

Mezcla 2:

5 huevos

1 ½ vaso de leche

7 manzanas

Elaboración:

Medimos todos los ingredientes secos y los mezclamos. Reservamos.

Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las cortamos en rodajas de unos 4 ó 5 mm.

Batimos los huevos en un bol y le añadimos la leche.

Cogemos un molde para tarta cubierto con papel de horno y empezamos a montarla.

Vamos alternando capas de la Mezcla 1, la de los ingredientes secos, con la de las láminas de manzana. La primera y la última son de la mezcla.

Una vez que he llenado el molde, le añado por encima la mezcla 2, y muevo bien el molde para que el huevo penetre bien entre las capas de manzana.

La metemos en el horno, previamente calentado a 170º. Ponemos calor arriba y abajo y ventilador, para que la cocción sea más uniforme. Si no tenéis esa opción, pues simplemente calor arriba y abajo.

El tiempo de cocción va a variar mucho dependiendo del horno, a partir de los 50 minutos la vais mirando. Tiene que quedar crujiente, con color caramelo rubio por arriba, y que al meter un palillo salga seco.

Tengo amigos a los que esta tarta les gusta muy cocida, si sois de esos, cuando esté dorada la tapáis con Albal, para que no se tueste demasiado por arriba y la dejáis más tiempo en el horno. No pasa nada, si en vez de 50 minutos en vuestro horno la tenéis 80, va a depender de cada horno, en uno profesional en 40 minutos la tenemos lista, pero en el mío no, así que vigiladla.

Una vez que esté hecha la dejamos enfriar sobre una rejilla, y no se desmolda hasta que no esté bien fría, porque si no se os va a deshacer. Si la hacéis de un día para otro es perfecta.

Espero que esta tarta os anime un poco el encierro, porque un postre siempre trae alegría!! Animo amigos!!! Os veo la semana que viene por aquí, y cada día en mis RRSS. Un biquiño.